Motivo nº 68: Consumir cultura, una puerta por abrir.
Nos metemos de lleno en el mes del consumismo más puro y duro. A cuántos nos pasa que año tras año gastamos por gastar, sin sentido, y casi con obligación, además de crearnos un estrés adicional e innecesario.
El tema no es no gastar, no es cuestión de ser ni gorrón ni cutre, porque la economía se tiene que mover. Pero tendríamos muchas más satisfacciones personales si gastáramos más en cultura. Libros, cine, pintura, conciertos, teatro... Un consumo que lejos de ser efímero nos deja una huella imborrable y enriquecedora.